a la salud y a la vida.
La desnutrición es el resultado de múltiples factores:
enfermedades infecciosas frecuentes, prácticas inadecuadas de alimentación e
higiene, ambiente insalubre, consumo insuficiente de alimentos nutritivos,
entre otras. Todas ellas asociadas generalmente a la pobreza de la familia, su
bajo nivel educativo, a la escasa inversión social, a la falta de priorización
en los grupos más vulnerables y, al uso ineficiente de los recursos del Estado.
La desnutrición crónica no es sólo un problema de salud, es un indicador de
desarrollo del país.
Los primeros años de vida, determinan el desarrollo
futuro del niño.
Desde la gestación y en los tres primeros años de vida, la
desnutrición crónica y la anemia afectan de manera irreversible la capacidad
física, intelectual, emocional y social de los niños, y generan un mayor riesgo
de enfermar por infecciones (diarreica y respiratoria) y de muerte. Este
deterioro reduce su capacidad de aprendizaje en la etapa escolar y limita sus
posibilidades de acceder a otros niveles de educación. En el largo plazo, se
convierte en un adulto con limitadas capacidades físicas e intelectuales para
insertarse en la vida laboral. Un niño desnutrido hoy, tiene altas
probabilidades de ser un adulto pobre mañana.
Está fuertemente ligado a la pobreza.
En el Perú, la pobreza sigue afectando alrededor del 50% de la
población y la desnutrición crónica sigue el mismo patrón geográfico. Entre los
pobres extremos, el 35% de los niños está desnutrido frente a un 13% entre los
no pobres. La desnutrición por si misma limita el desarrollo económico del país
al reducir la productividad del capital humano. Ser pobre y estar desnutrido es
una doble condición que acentúa la exclusión y la inequidad. La nutrición del
niño se presenta así como un insumo esencial para el desarrollo social y
económico para el país. La inversión en proteger a nuestros niños de la
desnutrición, es sumamente rentable para asegurar la competitividad.
Comprometerse hoy, a una inversión sostenida.
El Estado, la comunidad internacional y la sociedad civil vienen
desarrollando esfuerzos nacionales y regionales en este sentido, sin embargo la
desnutrición es multicausal y requiere una respuesta articulada y
multisectorial, que aborde el problema no sólo desde la distribución de
alimentos a través de programas de asistencia alimentaria. La Iniciativa propone
implementar estrategias integrales que enfrenten todas las causas de la
desnutrición, por un lado la atención de la salud, el acceso al agua segura y
saneamiento básico, y a la educación. Por otro lado, mejorar la calidad de la
inversión social.
A nivel del gobierno nacional:
· Implementar políticas
que garanticen intervenciones integrales de seguridad alimentaria, salud y
educación de la población más vulnerable, con énfasis en gestantes y niños
menores de tres años, optimizando e incrementando el presupuesto público
asignado a salud y educación.
· Implementar políticas
agresivas de generación de ingresos familiares para los más pobres, en el marco
del derecho de todos los niños al pleno desarrollo de su potencial y disfrute,
reduciendo así la inequidad y la exclusión.
· Diseñar sistemas efectivos de monitoreo de
los resultados nutricionales de los programas sociales.
A nivel del gobierno regional y municipal:
· Optimizar los recursos
económicos, del FONCOMUN, del Canon, entre otras, para mejorar la calidad de
los servicios de salud, ampliar la cobertura de agua y saneamiento, prorizando
estos recursos hacia la población más vulnerable.
· Impulsar proyectos de
desarrollo económico y social en las regiones más pobres del país,
fortaleciendo la participación de la población en las decisiones del uso de los
recursos del Estado.
· Mejorar la focalización de los programas de
asistencia alimentaria, promoviendo la coordinación intersectorial.
Sí se puede reducir la desnutrición infantil.
Las acciones desarrolladas en los programas de seguridad
alimentaria, muestran una reducción de la desnutrición infantil en 9,6 puntos
porcentuales, un incremento de 85% en los ingresos familiares anuales y una
disminución de más de 50% en la prevalencia de diarrea en las zonas de
intervención. La reducción de la desnutrición crónica de un punto porcentual
por año, es una meta objetiva y posible de lograr para los próximos cinco años,
y es coincidente con la meta planteada por la Estrategia nacional de
seguridad alimentaria – ENSA 2004-2015.
Iniciativa contra la Desnutrición Infantil
en el Perú.
RESPUESTAS A LAS
PREGUNTAS MÁS FRECUENTES SOBRE DESNUTRICIÓN INFANTIL
Dirigido a políticos
y autoridades
1. ¿Qué es la desnutrición infantil?
La desnutrición es el resultado de enfermedades infecciosas
continuas, prácticas inadecuadas de alimentación e higiene y el consumo
insuficiente de alimentos nutritivos. La desnutrición crónica se expresa en una
menor estatura para la edad del niño y en un limitado desarrollo intelectual.
Idea fuerza:
La desnutrición en los primeros años de vida
determina el desarrollo futuro del niño.
La desnutrición crónica no es solo un problema de salud es un
problema de DESARROLLO del país.
2. ¿Qué factores causan la desnutrición infantil?
Son causas inmediatas de la desnutrición crónica el inadecuado e
insuficiente consumo de alimentos y las enfermedades infecciosas continuas. En
el Perú, el acceso a los alimentos nutritivos, junto con los conocimientos y
prácticas inadecuadas sobre la alimentación y la higiene, la falta de agua
segura y saneamiento básico, y los limitados servicios de salud de calidad son
los factores principales de la desnutrición. También están las causas
estructurales, vinculadas a las deficientes condiciones económicas de la
familia y el bajo nivel educativo, sobretodo de la madre. Finalmente, están las
causas sistémicas, es decir aquellas vinculadas a la conducción de las
políticas y acciones de los gobiernos, relacionadas con la insuficiente
inversión social, la priorización poco acentuada en los grupos más vulnerables,
y el uso poco eficiente de los recursos del Estado para revertir las causas
estructurales.
Idea fuerza:
La desnutrición es una expresión dramática de la falta de
protección del Estado y de la sociedad civil a la niñez peruana.
3. ¿Qué daños presenta?
En la primera infancia, la desnutrición y la anemia generan un
mayor riesgo de enfermar por infección (diarreica y respiratoria) y morir. En
la etapa escolar afecta sus capacidades cognitivas (pérdida o disminución de la
capacidad de abstracción, operación matemática y aprendizaje general), lo que
genera un bajo rendimiento y menores posibilidades de acceder a otros niveles
de educación. En el largo plazo, se convierte en un adulto con limitadas
capacidades para insertarse en la vida laboral. Un niño desnutrido hoy, tiene
altas posibilidades de ser un adulto pobre mañana. La nutrición del niño se
presenta así como un insumo esencial para el desarrollo social y económico y
una inversión invalorable para el país.
Idea fuerza:
La desnutrición limita el potencial intelectual del país y atenta
contra el derecho fundamental a la salud y a la vida.
4. ¿Cuál es la relación entre nutrición y pobreza?
En el Perú, aún cuando en los últimos cuatro años se ha reducido
la pobreza en una pequeña proporción, ésta sigue afectando alrededor del 50% de
la población. La desnutrición crónica sigue el mismo patrón geográfico que la
pobreza. Así, en las zonas más pobres del país se encuentran también los
mayores niveles de desnutrición. El 35% de niños con desnutrición crónica está
en condición de pobreza extrema, frente a un 13% que vive en condición de no
pobre. La desnutrición por si misma limita el desarrollo económico del país al
reducir la productividad económica del capital humano y la capacidad de generar
ingresos en los adultos, generándose el círculo vicioso entre
pobreza-desnutrición-pobreza. Ser pobre y estar desnutrido es una doble
condición que acentúa la exclusión y la inequidad. La desnutrición genera
pobreza. La persona que sufre desnutrición tiene limitaciones para acceder a
mayores ingresos e insertarse en condiciones favorables al mercado de trabajo.
Para el Estado Peruano y sociedad le significa mayores gastos en educación, en
salud y otros.
Idea fuerza:
La desnutrición es un indicador de pobreza, es
por tanto un factor de empobrecimiento de la sociedad.
5. ¿Cuántos niños están afectados por este problema?
En los últimos 10 años la desnutrición crónica se ha mantenido
constante, afectando al 25,4% de la población infantil, sobretodo de aquellos
que habitan en zonas rurales del país. Uno de cada cuatro niños sufre de
desnutrición crónica, es decir 626,386 niños menores de 5 años están afectados
en sus capacidades intelectuales.
Idea fuerza:
La cuarta parte de la niñez peruana está afectada
por la desnutrición crónica.
Invertir más y
eficientemente en las causas de la desnutrición crónica.
Mejorar la calidad de la inversión social para
mejorar la calidad de vida.
La salud y la
nutrición de nuestros niños supone una
Inversión sostenida y un compromiso ahora.
6. ¿Qué es posible hacer para reducir la desnutrición infantil?
El Estado, la comunidad internacional y la sociedad civil han
venido desarrollando esfuerzos nacionales y regionales, sin embargo las
respuestas son muy limitadas frente a la magnitud del problema, y muchas veces
no son integrales. La desnutrición es un problema multicausal y como tal
requiere de una respuesta articulada y multisectorial. A la fecha el Estado
sólo ha abordado el problema desde la distribución de alimentos, con programas
de asistencia alimentaria, cuya inversión llega a 250 millones de dólares
anuales y que no siempre llegan a los poblaciones más pobres, sin implementar
acciones orientadas a las otras causas de la desnutrición, como la atención de
la salud, el acceso al agua segura y al saneamiento básico y a la educación.
¿Cómo hacer para responder a este enorme desafío?
A nivel del gobierno
nacional:
· Implementar políticas
que garanticen la seguridad alimentaria de la población más vulnerable.
· Implementar políticas
agresivas de generación de ingresos familiares para los más pobres, reduciendo
la inequidad y la exclusión.
· Optimizar e incrementar
el presupuesto público asignado a salud y educación.
· Diseñar sistemas efectivos de monitoreo de
los resultados nutricionales de los programas sociales
A nivel del gobierno
regional y municipal:
· Optimizar los recursos
económicos, del FONCOMUN, del Canon y de otras fuentes, para mejorar la calidad
de los servicios de salud, ampliar la cobertura de agua y saneamiento.
· Impulsar proyectos de
desarrollo económico en las regiones mas pobres del país.
· Priorizar estos recursos
hacia las familias más pobres y vulnerables.
· Mejorar la focalización
de los programas de asistencia alimentaria.
· Fortalecer la
participación de la población en las decisiones del uso de los recursos del
Estado.
· Promover la coordinación intersectorial y
entre todos los actores presentes en su territorio para impulsar respuestas
integrales de seguridad alimentaria
Idea fuerza:
La desnutrición es un problema multicausal y por tanto
requiere de una respuesta articulada y multisectorial.
Con una mejor
distribución e inversión más eficiente del presupuesto público
es posible reducir la desnutrición crónica.
7. ¿Qué estrategias han demostrado resultados en este
sentido?
Las iniciativas que muestran mejores resultados son las que
articulan estrategias de desarrollo productivo, generación de ingresos familiares,
acceso a mercados, con estrategias orientadas a mejorar las prácticas
saludables en alimentación, nutrición, higiene y acceso a servicios de agua
segura y saneamiento, junto con la participación de la organización comunitaria
y la gestión local y regional, que dan soporte institucional y generan mejores
condiciones de sostenibilidad. También han demostrado impactos comprobados las
estrategias que articulan las actividades de las comunidades, municipalidades y
los establecimientos de salud, estrategias centradas en los factores que causan
la desnutrición crónica y que hacen un seguimiento específico a las
desnutrición a nivel de la comunidad. Esta articulación constituye la base del
desarrollo integral local y regional, que impacta en la protección de la niñez.
ADRA Perú, con su Programa Nutrición Infantil busca mejorar la
salud y nutrición de niños menores de 3 años, a través de la prevención y
promoción de la salud y nutrición materno infantil, infraestructura para
saneamiento básico, educación sanitaria, estimulación temprana y actividades
que generan ingresos económicos a nivel familiar en las comunidades donde
interviene atendiendo a las familias principalmente de los quintiles I y II. Se
ha logrado disminuir la DC
de 31.8% en el año 2002 a
28.7% en el año 2005, que niños de 6 – 11 meses consuman comidas adecuadas para
su edad subiendo de 10.1% a 48% en el mismo período que el anterior, generar
empleo e incremento de los ingresos para la canasta básica familiar a través a
17,106 madres participantes de actividades productivas, Articular acciones
comunitarias en salud, nutrición, agricultura, saneamiento y fortalecimiento de
la sociedad civil, entre instituciones de los sectores públicos y privados a
través de convenios y/o acuerdos de gestión; incrementar la cobertura de
servicios básicos de atención materno infantil a través del fortalecimiento de
la demanda de los usuarios.
Desde está lógica, CARE Perú en una de sus intervenciones
integra los tres conceptos y muestra a 2005, una reducción de 9,4 puntos
porcentuales en la desnutrición crónica, de 42% en el 2002 a 32,6% en el 2005.
Esta reducción del indicador de impacto demuestra el resultado de las acciones
articuladas del programa. Desde la salud, se ha logrado reducir la prevalencia
de diarrea en 15,8 puntos porcentuales y se ha logrado un incremento de 12
puntos en la práctica de lactancia materna exclusiva, entre otros. Contribuyen
a estos indicadores, las acciones educativas de promoción de buenas prácticas
de alimentación infantil, salud, higiene (sobretodo lavado de manos) y el
acceso al agua segura y mejoramiento del saneamiento básico rural. Desde la
perspectiva económica, la experiencia del programa muestra un incremento de 85%
de los ingresos familiares anuales, de 1,165 dólares en el 2001 a 2,154 dólares en el
2004. Este incremento se logró a través de la implementación de cadenas
productivas, asistencia técnica, desarrollo de nuevos productos, los cuales
generan una dinámica de competitividad y acceso al mercado nacional e
internacional.
CÁRITAS del Perú con su Programa Wiñay (CRECER), atiende a los
grupos más vulnerables de la población, principalmente a niños menores de 3
años y madres gestantes, que viven en 517 comunidades pobres de 8 Corredores
Económicos: Jaén, Tarapoto, Huanuco, Huancayo, Huancavelica, Ayacucho, Cusco y
Puno. El Programa desarrolla su intervención con el valioso apoyo de los
promotores de salud y el personal del Ministerio de Salud, y trabaja con los
gobiernos municipales y otros actores clave del desarrollo social local. Busca
incrementar el acceso a los servicios de salud, mejorar los conocimientos y
prácticas adecuadas de salud, nutrición e higiene y fortalecer las redes
comunitarias de salud. Paralelamente viene mejorando el acceso de las familias
al agua potable e implementando Viviendas Rurales Saludables. Con una mínima
inversión se logran cambios importantes en la higiene y ordenamiento de la
vivienda: cocina mejorada, elaboración de vitrinas rústicas, conservadores de
alimentos, letrinas y huertos familiares. Esta experiencia ha sido asumida por
muchas municipalidades como un modelo para fomentar cambios en los estilos de
vida, mejorar la autoestima y dignidad de la población y validar metodologías
de educación de adultos, contribuyendo a reducir la desnutrición crónica.
Desde hace 18 años, PRISMA trabaja modelos de intervención para
mejorar la seguridad alimentaria de los hogares rurales dedicados a la
producción agropecuaria, promoviendo la formación y el fortalecimiento de una
red de productores organizados, denominada UPE (Unidad productiva económica)
que bajo un enfoque de mercado y la formación de cadenas productivas reciben la
capacitación y asistencia técnica en gestión, producción y comercialización,
necesaria para responder a las demandas y estándares actuales. Resultados de la
evaluación de medio término muestran la pertinencia de las cadenas productivas
articuladas al mercado, evidenciando un incremento alrededor del 260% del valor
de la producción de los socios del programa, logrando mejoras de 41% en la
productividad y de un 37% en sus precios. Complementariamente PRISMA desarrolla
un modelo para la protección de la salud y el estado nutricional de los niños
menores de 3 años Crecer Sano y ALIANSA, promoviendo la calidad y cobertura de
los servicios de salud, las prácticas saludables a nivel de las familias y la
mejora en la gestión de los programas sociales con objetivos nutricionales.
Algunos resultados importantes de la evaluación muestran una reducción en la
desnutrición crónica de 29.3% en el 2001 a 22.5% en el 2004, disminución de la
diarrea de 55.6% a 31.5% en el mismo periodo y aumento de la lactancia materna
exclusiva de 68% a 80%, entre otros. Los distritos donde se implementan estos
programas mostraron mejoras en la proporción de niños que recibieron “cuidado
adecuado” de 20% durante el periodo evaluado.
Idea fuerza:
Estrategias integrales para el desarrollo local, regional y nacional
en la lucha contra la desnutrición infantil.
Existen estrategias
probadas en campo. Los niveles tan altos de
desnutrición crónica en el país no son inevitables: sí se puede reducirlos.
8.¿Cómo una política de seguridad alimentaria contribuye
a reducir los factores asociados a la desnutrición?
Existe seguridad alimentaria en un país cuando todas las
personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a alimentos
suficientes, seguros, nutritivos para satisfacer sus necesidades dietéticas y
sus preferencias alimenticias para llevar una vida activa y saludable”. En el
Perú, desde hace más de una década, instituciones públicas y privadas se
reunieron para analizar las condiciones de inseguridad alimentaria en el Perú y
levantar propuestas consensuadas y basadas en evidencias nacionales e
internacionales, dirigidas a determinar los riesgos y vulnerabilidad de la
población más afectada y construir mínimos sociales. En el Perú ya existe una
política. La Estrategia
nacional de seguridad alimentaria ENSA 2004-2015 busca orientar la gestión
pública en materia de seguridad alimentaria y nutrición. Establece principios y
lineamientos para la acción en los niveles de gobierno, abordando competencias
para el desarrollo social y económico. Establece igualmente metas para reducir
los niveles de desnutrición crónica entre 2004 y 2015, en especial para las
familias con niños >5 años (reduciendo niveles de 25% a 15%) y gestantes y
en aquellas en mayor vulnerabilidad. Promueve prácticas saludables de consumo
alimentario e higiene, asegurando una oferta sostenible y competitiva de
alimentos locales.
Idea fuerza:
La estrategia nacional de seguridad alimentaria, de carácter
intersectorial, es un llamado a la acción público-privada.
9. ¿Cuál es el marco de políticas para enfrentar la
desnutrición en el país?
Es importante apelar al cumplimiento de los compromisos
nacionales e internacionales del Estado Peruano, que involucran la voluntad
política no sólo de las instituciones públicas sino del sector privado y de la
sociedad civil: la
Declaración de la Cumbre Mundial de la Alimentación (1996), la Declaración de los
Objetivos del Milenio (2000), el Acuerdo Nacional (2001), el Plan Nacional de
Superación de la Pobreza
(2002), la
Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria (2004), la Estrategia Nacional
de Desarrollo Rural (2004), el Programa Nacional de Apoyo Directo a los más
Pobres (2005).
Idea fuerza:
El respeto a los acuerdos y compromisos es una expresión
de credibilidad de sus autoridades. También lo es cumplir lo ofrecido.
Fuente: http://www.caritas.org.pe/iniciativa.htm
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